¿Maestros reemplazados por computadoras?

[ted id=949]

¿Puede la nube reemplazar a los maestros? Me encontré esta provocadora pregunta en el sitio Cloud Hacks. La autora del blog, Gina Clifford se plantea la cuestión de si los maestros son obsoletos en esta época de Google, Wikipedia y Skype (sí, la “nube” en este caso no es una de esas masas productoras de lluvia que vemos en el cielo, ni el lugar a donde van con frecuencia los alumnos cuando la clase está aburrida, ni tampoco es una referencia al libro místico medieval La nube del no-saber). La pregunta de Clifford surge de ver un video donde Sugata Mitra, profesor de Newcastle University, en el Reino Unido, relata sus experimentos para ayudar a aprender a niños por sí mismos con la ayuda de computadoras e Internet.

En pocas palabras (para más palabras, vean el video que está arriba), el profesor Mitra muestra cómo diferentes grupos de niños (la mayoría de ellos pertenecientes a sectores que se podrían describir como marginados con servicios educativos deplorables) obtienen nuevos conocimientos y desarrollan algunas habilidades a través de Internet. En algunos de sus experimentos los niños reciben la ayuda más o menos ocasional de personas voluntarias que no son profesionales de la educación, por ejemplo, una joven contadora que vive en el barrio o ancianas con acceso a Internet. Los sujetos de los experimentos siempre trabajan en grupos.

Los resultados, a primera vista, son asombrosos. Niños que sin conocimiento previo de una computadora aprenden en pocas horas a usar las aplicaciones incluidas en Windows; otros que (en cuestión de días) aprenden a navegar por la web y a descargar aplicaciones que usan para entretenimiento o fines escolares; escolares italianos que responden en italiano preguntas planteadas en inglés, idioma que no conocen.

Sugata Mitra saca conclusiones como que “los niños van a aprender a hacer lo que quieren aprender a hacer” o que “los niños pueden aprender a usar las computadoras y el Internet  independientemente de quiénes son o dónde están”. También destaca la importancia del trabajo en grupo. Para sustentar sus conclusiones hace referencia a vagos resultados en pruebas (no da más información para valorar la calidad de estos instrumentos) pero, sobre todo, a anécdotas llenas de hipérboles. Por ejemplo, dice que, gracias a Internet, unos niños llegaron al corazón de hinduismo en quince minutos. ¿Qué quiere decir “llegar al corazón” de un conocimiento”? En quince minutos no se puede hacer mucho más que leer las ideas más generales respecto de cualquier cosa.

La conclusión final (que Mitra considera su hipótesis a probar en el futuro) es que “la educación es un sistema auto-organizado en el cual el aprendizaje es un fenómeno emergente”.

Si uno se fija bien, los resultados no son tan asombrosos y las conclusiones no son tan novedosas. Primero lo novedoso. Que se aprende mejor a partir del interés de los educandos, que el grupo es un factor del aprendizaje y que la libertad potencializa el aprendizaje son cosas que se saben desde hace siglos y que se han formalizado en libros de didáctica desde hace décadas, por lo menos. También son ideas que los buenos maestros han puesto en práctica desde siempre.

Los resultados no son tan asombrosos pues, como suelen decir quienes trabajan con niños, son niños, no tontos. En el caso de los niños italianos, la estrategia que siguen es ingeniosa: traducen las preguntas del inglés al italiano a través de Google, con esos términos buscan en Google la respuesta, la leen y ¿la muestran?, ¿la explican? (eso nunca lo dice Mitra) al investigador. Sí, una estrategia ingeniosa (y muy rescatable) pero no significa que los niños aprendieron inglés ni que comprendieron del todo lo que Google arrojó.

En cuanto a que la educación es un sistema auto-organizado, en primer lugar, Mitra se preocupó en su exposición por destacar que los niños aprendieron solos o casi solos. ¿Qué entiende entonces por educación? ¿Se refiere al proceso social en el que unos actúan como maestros (facilitadores o como se les quiera llamar) y otros como educandos? ¿Quiso decir en realidad aprendizaje (que no está limitado al mencionado proceso social), no educación? Si la educación es un sistema auto-organizado, ¿qué consecuencias se siguen? ¿No ha revisado la literatura existente al respecto? Quizá está inventando el hilo negro.

Con los párrafos anteriores quise relativizar las afirmaciones triunfales que Mitra hace en el video. En todo caso, más allá de las exageraciones e imprecisiones, Mitra ha mostrado formas concretas en que la tecnología puede ayudar a mejorar la educación, y eso me parece muy valioso y digno de ser revisado, mejorado y aplicado. Me propongo buscar sus artículos especializados en los que espero otro tono y más sistema. Mientras tanto, a partir de la mencionada relativización también quiero extraer algunos elementos del video que me parecen interesantes.

En primer lugar , los niños no estaban absolutamente solos. Y no me refiero a los voluntarios no profesionales. Ante todo, hubo un Sugata Mitra que les llevó las computadoras y la Internet y que, poco o mucho, interactuó con ellos. Además, estuvo toda esa información que contenían los equipos o que puede obtenerse en la red. Finalmente, las computadoras, sus programas y la red, dan retroalimentación a quien las usa. Es decir, si uno teclea una palabra en Google, Google da una respuesta: se encontró el término o no, la cantidad de sitios en los que aparece la palabra y los enlaces a los sitios. Si se trata de una aplicación, ciertas acciones del usuario tendrán un resultado y otras tendrán otros resultados, no da lo mismo. Estar solo en términos educativos es no tener acceso a información ni a retroalimentación acerca de si lo que hemos comprendido o hemos hecho es lo correcto. La disyuntiva no está entre la escuela formal y unos niños en una situación irreal de aislamiento (Mitra nunca habla en el video de otros factores que pueden haber influido en lo que encontró, como la familia y los medios masivos de comunicación, o los mismos maestros ordinarios, en algunos de sus experimentos).

En segundo lugar, en algunos de los experimentos, si bien no se puede hablar de una mejora medida científicamente, parece ser que los maestros de los niños (cuando los había) reconocieron un cambio en sus alumnos. Con base en lo que Mitra presenta en el video, sus experimentos no parecen haber echado mano de principios educativos novedosos, como ya dije. Entonces, ¿por qué los maestros no habían podido propiciar en sus estudiantes resultados similares? Me aventuro a decir que la razón es que no habían aplicado esos principios: partir del interés de los educandos, aprovechar los recursos grupales, allegar información a los niños y ayudarlos a aprovecharla, dar libertad para que el aprendizaje genere mayor interés por aprender, etc. En ese sentido, parece sensata la afirmación del autor de ciencia ficción Arthur C. Clarke, quien también aparece en el video: “cualquier maestro que pueda ser reemplazado por una computadora, debe ser reemplazado por una computadora” (traducción libre de un servidor).

Es decir, la pregunta con la que se inicia este texto (¿puede la nube -o las computadoras- reemplazar a los maestros) se puede responder así: sí, si los maestros son malos. Si los maestros son buenos (al menos los maestros de niños, en otras etapas la respuesta puede ser diferente), sólo podrán ser reemplazados cuando un buen maestro previamente programe a la computadora para que haga lo que hace un buen maestro: hacer aflorar la experiencia y los conocimientos preexistentes de los educandos, escuchar, provocar, impulsar, ayudar al estudiante a saber cuándo se equivocó y cuándo acertó (esto es, evaluarlo y ayudarlo a auto-evaluarse), detectar situaciones grupales que reducen la confianza y limitan el aprendizaje y, sobre todo, mostrar confianza en la capacidad del educando.

, , ,

  1. #1 by analogiordano on 12 septiembre, 2010 - 4:00 pm

    No puedo estar más de acuerdo. Si has seguido los comentarios sobre el video de Sugata Mitra, en la mayoría de los posts, los que escriben opinan que lo ideal sería combinar las clases con docentes y el uso de internet, google, wikipedia, » la nube» para preparar trabajos, buscar información que luego se presentará en un plazo concreto y será valorado y calificado por el profesor. No se habla de exámenes, ni de quien evalua los resultados.
    Asimismo la idea de unos padres atentos y pendientes de sus hijos que pueden estar ayudandoles a aprender de forma más creativa y usando las nuevas tecnologías, me parece muy interesante aunque algo utópica.
    En US tienen el sistema home schooling por lo que muchos padres ya lo usan para educar a sus hijos.

  2. #2 by Enriqueta Rivera on 13 septiembre, 2010 - 8:26 am

    Buen día

    Creo que es un mito la sustitución del profesor por la computadora; el mismo lenguaje del ser humano es social, y su construcción y múltiples significados también fueron acordados socialmente. Cuando las computadoras acuerden nuevas unidades lingüísticas con una semántica particular y a través de ella comprendamos el mundo, entonces nos deberemos de sorprender y preocuparnos.

    La mayéutica, dialógica e interacción son necesarios si lo que se pretende es formar un pensamiento flexible e innovador; creo que los sistemas de las computadoras aún no logran ofrecer una comunicación que vaya más allá de una lógica procedimental, bajo códigos previamente establecidos.

    También, son pocos los estudios sobre la eficiencia e impacto de la formación virtual, que mediada por la computadora y desarrollada en espacios virtuales, responde más a una lógica de ampliar el mercado y dar la posibilidad de no trasladarse para poder cursar algún tópico, por supuesto también el ahorro de recursos y tener una ventaja competitiva, la institución educativa y la misma persona.

    Gracias por abrir un espacio de intercambio…Buena semana!

    Queta

  3. #3 by Humberto Rivera Navarro on 13 septiembre, 2010 - 11:50 am

    Queta, Ana: gracias por dejar sus comentarios.

    También para compartirles la liga a un artículo de Gabriel Zaid que apareció en Letras Libres, en su número de julio: http://qgf.in/PkIY4B. Aunque no es el tema principal del artículo, el uso de la tecnología en la educación (en este caso universitaria) tiene un tratamiento muy interesante.

  4. #4 by Javier Rivera on 13 septiembre, 2010 - 11:02 pm

    Soy ignorante en cuanto a educación, pero sé un poco de computadoras (eso creo).
    Un amigo profesor de escuela pública, me comenta que dentro del magisterio federal (y estatal supongo también), todavía existe una enorme inercia que retarda la adopción de computadoras por parte de muchos maestros (por ignorancia, falta de recursos, temor al despalzamiento, el qué dirán sus colegas, o alguna combinación de los anteriores). En no pocos casos, el alumno complementa la limitada información que recibe en la escuela con lo que consulta en un café internet (en otras palabras, los alumnos tienen una mayor capacidad de hacerce de información que el mismo maestro). Nuestro país se encuentra muy rezagado en cuanto a el empleo de computadoras como parte del sistema educativo. Desde luego, éstas deben de tener los programas y la conectividad adecuada para el propósito. El reemplazo de maestros por máquinas dentro de un salón de clase, ya se ha dado en escuelas públicas de nuestro país desde hace años (¿recuerdan la Tele- Secundaria?). Dicho reemplazo por parte de las computadoras, dependerá de la calidad de los programas y de la calidad de la conectividad de las mismas. Por tanto, con nuestras limitantes nacionales, eso está aquí muy lejos todavía.

    Termino con un par de citas de Isaac Asimov:

    – «I do not fear computers. I fear the lack of them.»

    – «Self-education is, I firmly believe, the only kind of education there is.»

  5. #5 by JLGUERRERO on 20 septiembre, 2010 - 11:33 am

    Hola compadre, como complemento es una herramienta encaminada a la mejora continua, siempre y cuando, (en este parrafo entran grandes cuestiones pedagogas) lo que para mi el enfasis esta en el interes del alumno y su destino final sería un sistema autodidacta que perdure hasta el final de sus días, para superar las espectativas escolares y pisar los umbrales de la investigación.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *