La metida de pata de Enrique Peña Nieto el sábado en la Feria del Libro de Guadalajara nos ha dado, además de mucho material para reÃr, una muestra más de la pobre cultura de nuestros polÃticos. Si se fija uno bien, Peña Nieto enfatiza «leà otro libro». Es decir, no está intentando responder qué libros han tenido impacto en su vida sino qué libros ha leÃdo; tan sólo eso le cuesta mucho trabajo, no por la abundancia sino por la escasez.
Pero creo que hay que ser más considerados con él. Al parecer, no le es fácil captar dos o más datos al mismo tiempo, por lo que los tÃtulos, los nombres de los autores y el contenido del libro son demasiado.
Por otra parte, tengo la impresión de que Peña Nieto no es el peor entre los polÃticos (en cuanto a cultura). Creo que la mayorÃa de ellos ni siquiera tendrÃan a la mano tÃtulos y autores para confundirlos. Es más, quizá no entenderÃan la pregunta. ¿Los libros pueden tener impacto en la vida personal y polÃtica de alguien? ¿Es importante acordarse de los libros de texto de la preparatoria? ¿Hay de otros libros? La razón de haber comprado el último libro que un negro le escribió al polÃtico de su preferencia es sólo la de apoyar a este último y tratar de convencerse de que algunas frases de ese encuadernado son geniales, para poder citarlas cuando consideren oportuno.
Por cierto, algunas frases de polÃticos plantean al lector preguntas inquietantes. ¿Va en serio? ¿Tiene un sentido profundo que me elude? ¿El autor es un idiota? Por ejemplo, un candidato a delegado de Ãlvaro Obregón ensucia bardas con frases como (sic preventivo) «respetar al peatón es respetar al conductor del mañana», en algunas versiones con puntos suspensivos intermedios y aleatorios. Otra es «cuando insultas a una mujer insultas a todas, a tu madre, a tu hermana, a tu abuela». No estoy seguro de estar siendo fiel a la letra de esta segunda frase pero sà a su espÃritu (chocarrero).
Ahora que es muy probable que, como los libros, las frases de los polÃticos tampoco sean en verdad de su autorÃa. Detrás de ellas deben estar brillantes asesores convencidos, como el resto de los que medran alrededor de los polÃticos, de que su asesorado es un genio. Ese convencimiento es lo que explica que ninguno de los asesores de Peña Nieto le haya elaborado una tarjeta con diez tÃtulos de libros y sus respectivos autores para citarlos en su presentación. No tenÃan que esperar la pregunta de los tres libros con más influencia en su vida, pero podÃan haber pensado que su jefe se verÃa muy bien si dejaba caer un tÃtulo por acá y otro por allá mientras echaba para adelante cara y copete. Si constatar (que no descubrir, por Dios) que nuestros polÃticos son incultos ya es triste, constatar que sus asesores son ineptos merma más nuestras esperanzas ciudadanas.
Pero no todo debe ser pesimismo. Las editoriales, los autores y las librerÃas tienen una gran oportunidad de incrementar sus ventas desde ahora y hasta el cierre de las campañas veladas o manifiestas que ya se desataron para una gran cantidad de puestos. Para empezar, sin tener que invertir ni planear, Gandhi, El Sótano, El Péndulo y el Fondo, entre otras librerÃas, pueden poner a la entrada de sus establecimientos una mesa igual a las que colocan cuando un autor muere o gana un premio. Esta contendrÃa tÃtulos como Los 1000 libros que hay que leer antes de morir, Datos para parecer culto o Toda la cultura en cápsulas de cinco minutos (mejor, tres minutos). PodrÃan capacitar a sus vendedores (a propósito, muy necesitados de formación, ¿me escuchas, Gandhi?) para ofrecer a los polÃticos (o a los choferes que manden de compras) una lista selecta de libros dignos de ser mencionados como influyentes en su trayectoria.
Las editoriales y los autores tendrÃan grandes ventas si cocinan al vapor un texto que emule aquellos de Frases célebres para toda ocasión y que se podrÃa titular Libros citables para toda ocasión. Se compondrÃa de cincuenta (no más, no tendrÃa caso) fichas bibliográficas con los datos de costumbre: autor (La Biblia podrÃa ser atribuida a Varios autores o a EspÃritu Santo, según el enfoque del compilador), tÃtulo, editorial, fecha de publicación, etc. Para darle valor agregado, se podrÃa incluir un rubro de «Posibles confusiones», donde se harÃan aclaraciones como Jorge Luis Borges no es igual a José Luis Borgues, Mario Vargas Llosa no es colombiano y Enrique Krauze no es el alter ego de Carlos Fuentes. Pero la aportación principal serÃa una clasificación de los libros según su afinidad o disparidad entre las ideas que proponen o las situaciones que narran y las propuestas (es un decir) de cada partido polÃtico. PodrÃa ponerse el logo del partido y, al lado, una mano con el pulgar hacia arriba o hacia abajo. Claro que si los libros seleccionados son buenos, la mayorÃa de los pulgares, con independencia del partido, apuntarÃan hacia abajo.
#1 by Mau on 5 diciembre, 2011 - 8:04 pm
Tal como dijiste, el tema da para mil comentarios chuscos y muy serios.
Lo que es preocupante es que las dos personas que lideran las preferencias electorales de 2012 demuestren serias carencias intelectuales.
AMLOve negándose a responder preguntas de cultura general con VÃctor Trujillo en 2006 y ahora Pena (ajena) Nieto evidenciando que lo único que lee son guiones. Seguro la Gaviota ha leÃdo más, mucho más, que él.
Cheers brother! Muy buena tu nota al pasar.
Mau.
#2 by JLGUERRERO on 6 diciembre, 2011 - 6:41 pm
El pasado sábado asistà al bautizo de mi nieto y en un intermedio el sacerdote pregunta los nombres de los bebes que esta recibiendo el sacramento y uno de los padres da el nombre de RUDY, el sacerdote frunciendo el ceño pregunta el significado de ese nombre y solo se escucha silencio, de ahà en adelante se noto nerviosismo e incomodidad entre los padres que llevaron a sus hijos a bautizar y en un momento de lucidez del sacerdote hace notar que casi nadie sabe el significado de su nombre y continua con el sacramento.
Quisiera saber ¿Quién ha recibido esos mensajes de impacto de los tres libros con más influencia en su vida y que los tenga en memoria permanente? acaso hubiera sido necesario decir que la personalidad y la memoria es un proceso dinámico conforme a la evolución. No lo estoy defendiendo pero este tipo de pregunta baila a cualquiera.
#3 by patricia cervantes on 14 diciembre, 2011 - 12:22 am
Mi comentario lo hago con un sentido positivo y espero constructivo y principalmente por mi preocupación por mà misma, por mi apatÃa e inactividad y desde lueo por la apatÃa , ademá
#4 by patricia cervantes on 14 diciembre, 2011 - 1:17 am
perdón, apreté una tecla por error, continuo mi comentario: …decÃa que mi comentario se debe a mi preocupación por mi apatÃa y por lo que observo nos sucede como sociedad y es que creo que como dicen algunos dichos:
«Ningún hombre es lo bastante bueno para gobernar a otro sin su consentimiento»
«Cada pueblo tiene el gobierno que merece»
«Como la dicha de un pueblo depende de ser bien gobernado, la elección de sus gobernantes pide una reflexión profunda»
y a «contrario sensu», «Curiosamente, los votantes no se sienten responsables de los fracasos del gobierno que han votado»
es responsabilidad y elección de nosotros los gobernados, los gobernantes que tenemos; creo que debemos encontrar el mecanismo para que efectivamente tengamos gobernantes capaces de hacer bien su trabajo, que nosotros elijamos y no que nos imponga un sistema ineficaz, independientemente del grado de cultura que tengan, pues pueden ser muy cultos, pero no buenos gobernantes para nosotros y tal vez el hecho de manifestar nuestros desacuerdos no sea suficiente para lograr buenos gobernantes; empezando por mi… creo debemos tener una conducta proactiva, pero confieso no sé como o quién agruparme para auténticamente realizarlo…
Patricia